La semana pasada tuve el honor de asistir a una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida profesional por el momento. El motivo fue una
"Masterclass" en perfumes que nos dieron dos ejecutivos de la conocida empresa
Firmenich.
Si he de ser sincero, pensaba que iba a ser un coñazo, pero la verdad es que aluciné. En tres horas que duró la presentación aprendí muchísimas cosas. Nos explicaron las diferencias entre olor y perfume, algo que aunque parezca estúpido es muy importante.
También conocí el proceso de elaboración de una de las "joyas aromáticas" a las que estamos tan acostumbrados a mirar sólo la marca que apenas prestamos atención al aroma y lo que éste pretende decirnos.
Además por si esto fuera poco, nos explicaron una a una las diferentes familias que existen dentro de ese mundo, desconocido por el momento para mi. Que si frutales, amaderadas, rosales, cítricas... ¡Todo un descubrimiento!
Asimismo, a través de A Scent, nueva fragancia de Issey Miyake, tuvimos el privilegio de "descomponer" sus diversas fragancias y hacer una cata de olores de sus materias primas... Muy fuerte. Y pensar que una fragancia está compuesta por más de 200 referencias de materias primas...
Lo mejor de todo fue, que además de conocer por fin a los organizadores, algo que me apetecía bastante, me llevé un maravilloso perfume, un set de olores fantástico y un montón de conocimiento sobre perfumes, algo, que nunca pensé que podría tener.
