Son casi las 3 de la mañana y sigo sin poder dormir. Los fantasmas de Coco Chanel me transportan una vez mas, al número 31 de la Rue Cambón. "Lo visualizo", como diría mi tía Chari. Y es que llevo casi todo el día sumergido. Por la mañana, en la biografía de la diseñadora más sorprendente y "mala" de la historia de la moda. Y por la tarde, en la piscina en cuerpo, y en Madrid o Londres, aún no tengo muy claro la ubicación, en alma.
Contento y sorprendido a partes iguales, los cuadros de Vichy, los cuadros escoceses y el "estilo europeo de una firma madrileña", debido a la fusión de mis pensamientos, me impiden cerrar los ojos. ¿Habrá llegado ese momento? Sé que no, aún es pronto... Pero llegará.
Sólo hay que esperar y escribir. Podemos aportar grandes cosas, como muchos han hecho a lo largo de la historia. Y lo tengo claro... Quiero estar muy despierto cuando llegue ese momento.